Lorca - Ventosa

Ni en camas decentes conseguimos dormir. Los colchones flotan como posesos y la sensación de mareo apenas nos deja dormir a Santiago y a mi. Es una sensación que no se explicar y que nos ocurre a los dos.

Tras el necesario desayuno y fotos de la salida, a las 8 de la mañana tomamos un recorrido agradable, a ratos trialero, por la margen izquierda de la carretera y que desciende hacia Villatuerta en pocos kilómetros. Tras atravesar de forma opcional su puente -que se lo digan a Luis- sobre el río Iranzu, visitamos su preciosa iglesia.

Este tramo me tiene confundido, pues en el anterior viaje nos guiaba un compañero y creo recordar que el camino iba por otro sitio. Seguimos a pies juntillas la flechas amarillas y por camino, sendero y escaleritas varias, llegamos a Estella sin apenas esfuerzo. Pasamos junto al camping y por delante de la iglesia del Santo Sepulcro, Santa Mª Jus del Castillo, calle Curtidores. Fotos y más fotos. Como el lugar para sellar está cerrado, lo hacemos en una gasolinera y seguimos en ascenso por la derecha de la N-111.

Ascendemos por un barrio tras el cual aparecen dos alternativas; por Ayegui o por Irache. Ambas se juntan más tarde así que nos decidimos por la del Monasterio de Irache y su fuente de agua y vino -que Vicky cata con avidez- que se ha hecho ya famosa. Llegamos al Monasterio y entramos a sellar. Lo poco que nos dejan ver es precioso y el hospitalero en una corta charla demuestra conocer bien Huesca, nuestra tierra.

El camino ahora circula entre urbanizaciones de nueva construcción y pronto se introduce entre unos encinares preciosos con tramos de sendero y de camino. Así llegamos en descenso hasta Ázqueta y luego en subida por camino, senda y otra vez camino hasta una fuente medieval llamada Fuente de los Moros. Es una construcción preciosa con unas escaleras amplias que bajan hasta el agua. A pocos metros está Villamayor de Monjardín donde tras ver su iglesia de San Andrés, sellamos en el refugio donde no se muestran muy amables.

Salimos en descenso entre viñedos y siguiendo por unos buenos caminos muy reparados en un sube y baja continuo. Encontramos alguna fuente con la fecha 1999 grabada y que encontraremos a lo largo del tramo navarro y riojano. Por este tramo empezamos a ver más peregrinos que otros días y cuyo destino suponemos Los Arcos. Llegados a esta población, circulamos por la calle principal y vemos la iglesia de Santa María, espléndida pero cerrada en esos momentos. Sellamos y podemos constatar la cantidad de peregrinos que hay. Me empieza a entrar miedo ante nuestro porvenir en los refugios..... pero el Camino proveerá......

Salimos por un camino fácil en dirección a Sansol junto a la puerta del cementerio que tiene una curiosa y lapidaria inscripción -"Yo que fui lo que tu eres, tu serás lo que yo soy."- . Esto lo lees en un momento de debilidad y leches....

Llegamos a una carreterita y así entramos en Sansol. Contactamos con Cesar para comer en Torres del Río que ya esta a pocos metros nuestro. Vicky elige seguir el camino marcado con las flechas y los demás por la carretera. Llegamos al pueblo casi a la vez.

En Torres del Río visitamos su iglesia del Santo Sepulcro, replica de la de Eunate. Comemos en este pueblo y en medio de un calor muy fuerte -Logroño da una de las máximas en España- salimos por camino de tierra aunque, como nos avisaron en el pueblo, tuvimos que salir al asfalto pues el camino esta francamente mal. A tramos seguimos las flechas pero el engravado con piedras muy gruesas en una gran parte del recorrido junto a la carretera lo hace casi inviable.

Así llegamos a Viana - preciosa ciudad- donde visitamos la iglesia de Santa María, las murallas y la iglesia de San Pedro. Sellamos, "secamos" las fuentes y apremiados por el tiempo seguimos en dirección a Logroño. El camino a variado y en tramos a sido asfaltado por lo que nos saltamos alguna misteriosa flecha y ...... cruzando campos recién cosechados llegamos hasta la carretera N-111 donde un agricultor nos indica donde volver a coger el camino bueno. Nos comenta que esta confusión empieza a ser habitual. Por un andador llegamos hasta las afueras de Logroño donde adelantamos a unos ciclistas (Pedro y Juanillo) que a la postre serán unos buenos amigos y compañeros de recorrido. En rápida bajada llegamos hasta el puesto de Felisa, toda una institución, en el que sellamos y nos hacemos unas fotos. Como es su costumbre ofrece higos secos y agua fresca a los peregrinos, además de un bonito sello. Ella y su compañera nos indican que han abierto un nuevo refugio en Ventosa que está bien y que los demás están seguramente llenos.

Tras entrar por el puente sobre el río Ebro hacemos la visita obligada a Logroño, a su Santiago Matamoros de grandes "atributos", su Catedral, un curioso e iniciatico juego de la oca, etc.. Tomamos un refresco y salimos por la puerta de la muralla en dirección al Pantano de la Grajera por donde circula el camino. Bonito paraje entre árboles combinando los senderos con caminos. Así y tras un ligero pero ya cansado ascenso, llegamos al alto de la Grajera desde donde descendemos hasta Navarrete. Pasamos junto a las ruinas del Hospital de San Juan de Acre y ascendemos al pueblo. Nuestros presentimientos se hacen realidad y el refugio está a rebosar así que nos indican que sigamos hasta Ventosa o Nájera.

Salimos por una carretera de mal recuerdo para mi, pues en el viaje anterior un camión nos mandó a la cuneta. Afortunadamente ahora han construido un andador aunque con un suelo de arena muy pesado que castiga nuestras maltrechas piernas. Atravesando mil y un viñedos -estilo Falcon Crest- en un continuo sube y baja y con Vicky y Santiago algo "tocados", llegamos a Ventosa.

Parece que estén de fiestas por el ambiente que hay y ante nuestra pregunta sobre el motivo de la celebración... horror...... nos dicen que están de entierro.. glupps.. que corte. Así llegamos al refugio su hospitalero nos recibe amablemente y nos indica que hay sitio para todos.

Es un refugio nuevo y bien montado. Coincidimos con el par de ciclistas que habíamos visto en Felisa y que son de Bilbao (Juan y Pedro) y con uno de Huesca que va por carretera (Rafa). Nos adecentamos y preparamos la cena que devoramos en un santiamén, hacemos la colada y... a escribir. Entre tanto y mientras Luis y yo escuchamos música, llegan el hospitalero, Cesar, Vicky, Juan, Pedro y Rafa. El amable y enrollado hospitalero resulta trabajar en Teruel y entre músicas y botellas de rosado charlamos y nos reímos hasta las 2 de la madrugada o más... Que pequeño es el mundo.

Por fin a dormir y a "rezar" para que no llueva porque el tiempo tiene mala cara....y mañana ya veremos.