Hoy
es
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
Espinal - Etxalar (1/2)
Viernes, día 4 de julio de 2008 Como ya dije, dormir en una litera tan encajonada me pasa factura. La noche ha sido calurosa en la camareta y no me gusta dormir en mi saco de momia. Paso calor y si me destapo me hielo. Habrá que ir pensando en buscar otro para aventuras venideras. Parte de la ropa no se ha secado y a José Luís le faltan cosas. Bueno ya aparecerán. Como el desayuno lo buscaremos en el camino, sobre las 8 de la mañana partimos en dirección a Burguete donde encontramos a los primeros peregrinos andando y donde enseguida topamos con una cafetería abierta donde estos, hace ya rato deben de haber desayunado. Unas napolitanas, magdalenas y cafés con leche caliente nos entonan antes de seguir en dirección a Orreaga/Roncesvalles. Estamos deshaciendo el camino del día anterior que se me antoja suave. Quizás se deba a que vamos aprendiendo y salimos con cierta tranquilidad para ir calentando. Tenía preparada una ruta alternativa en parte a esta carretera, pero la lluvia del día anterior y el miedo a embarcarnos en un lio, me piden no arriesgar.
Pronto llegamos a Roncesvalles y nos detenemos a contemplarlo durante un rato. Es impresionante lo que hace el marketing y como se potencia una ruta del Camino de Santiago en lugar de otras más antiguas, muchas veces reescribiendo la historia o basándose en hechos cuando menos dudosos. Pedro me dice que aquí ni se me ocurra decirlo en alto, pero la verdad es la verdad. Ascendemos suavemente hasta el puerto de Ibañeta (1050 m) donde reagrupamos y hacemos unas fotos. Varios caminos parten desde aquí, pero el itinerario a seguir está claro. Tomamos una pista asfaltada que va ascendiendo suavemente al principio para, posteriormente, tener tramos de muy fuerte desnivel. Es asfalto viejo y a ratos estropeado que transita bajo hayedos. A nuestra derecha vemos la carretera que desciende hacia Valcarlos . En poco rato llegamos al collado de Lindus (1190 m) y ya sin dejar el asfalto, comenzamos un largo descenso de casi diecinueve kilómetros. En el collado de Lindus podemos ver las mugas y las palomeras, casetas de madera que siguen el cordal de la montaña. Ya estamos en territorio francés. El descenso es muy rápido con curvas cerradas y en el que un coche nos da un pequeño susto. La vista sobre los montes cercanos es impresionante y la vegetación que nos rodea exuberante. La pista asfaltada es eso, una pista asfaltada, bastante estrecha y zigzagueante, pero con el firme bueno al principio. Luego este empeora y aparece bastante gravilla lo que hace aumentar la precaución. Poco a poco la zona se va humanizando y aparecen las primeras bordas y una represa sobre el río d'Hayra . Pedaleamos hasta que llegamos a la carretera -D-948- que desciende a Banka/Vança . Estamos en el Vallée des Aldudes En este punto reagrupamos y aunque el track está algo confuso, cruzamos un puentecito sobre el río Errobi /Nive y tomamos una pista asfaltada. Esta es un autentico muro que asciende de forma impresionante. El grupo se rompe totalmente. A pesar de la dureza, el día es fresco y cuando corre aire se pedalea a gusto. Me encuentro muy bien, pero me voy quedando a hacer fotos y a señalar el camino correcto en algunos desvíos confusos que se dirigen a caseríos próximos. Llega un momento que esperando bajo la sombra de los árboles me empiezo a quedar helado. Hago unas marcas en la gravilla que espero que los de atrás, los que no llevan GPS, entiendan como así ocurre. Poco a poco el terreno se abre y los árboles desaparecen momentáneamente quedando montes verdes y pelados donde solo crecen helechos de un verde intenso y algunas vacas que pastan con tranquilidad. Junto a una borda un par de asnos me miran con atención, me imagino que pensando quien es más burro, si ellos o el que los mira. En una de las paradas Merche me alcanza, pero me adelanto unos metros a pesar de sus quejas. Es de esos momentos a lo largo de la ruta en la que quieres ir solo disfrutando del paisaje y del día. Algo parecido le ocurre a José Luís según me comenta, pedaleando entre grupos en la más absoluta intimidad. Poco más arriba y antes de lo que yo esperaba, llegamos a una casa donde reagrupamos. Eduardo llega enfadado porque, además de un gran dolor de trasero, su cubierta se ha roto por dentro apareciendo abollada. Esto en teoría no le afecta a la marcha, pero deberá hacerlo con cuidado. Aún nos quedan algo más de cien metros de desnivel para llegar al collado, pero el camino lo hace entre tramos suaves, bajaditas y alguna fuerte pendiente. Así y por fin, llegamos al collado de Elorrieta (830 m) donde abandonamos el asfalto. En este punto parten varios caminos y se encuentra la muga 102 , clave para poder seguir sin perdernos a no ser que llevemos track. Es mediodía en punto.
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||
Página creada el 29/07/2007 por Miguel Soler Gracia. Optimizada para IE4.0 o superior. Resolución 800x600 o superior, 32 bits de color y el pluggin de Flash. Se autoriza a todo el que visite esta web, al uso del material que en ella se contiene siempre y cuando no se haga ningún uso comercial de él. En todo caso, se hará mención clara y explícita del autor y origen de los datos. Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. |