Hoy
es
|
|||||||||||||||||||||||||||
|
Senz - Fiscal (1/2)
Domingo, día 29 de junio de 2008 He dormido muy bien. El amanecer llega demasiado pronto para mí, cuando los relojes digitales comienzan a sonar a las 6.30 de la mañana. Recogemos todas nuestras cosas, arreglamos algún que otro pinchazo y tras el aseo, nos sirven un buen desayuno que tomamos rápidamente para salir a las 7.30. Nos enfrentamos a la ruta más larga de la transpirenaica ya que, a petición de mis compañeros y tras valorar mucho diversas posibilidades, he buscado una alternativa a tanto asfalto como hay en la ruta del libro que nos sirve de referencia. Es toda una incógnita, pero con un poco de suerte todo irá bien.
Tras coger agua en la fuente que hay bajo la iglesia, retomamos la carretera que dejamos el día anterior y comenzamos a subir cansinamente para calentar los músculos de las piernas. La mañana es fresca y los rayos de sol empiezan a iluminar los paredones norteños de Sierra Ferrera y la cara sur del macizo de Cotiella . Nuestra dirección este-oeste hace que pronto estemos bajo el calorcito del sol. El grupo, a poco de salir, ya se empieza a fragmentar. La pista asfaltada asciende hasta la Colladeta de Trapa para luego descender en dirección a Viú , dejando baldíos parte de nuestros esfuerzos. Rodeamos por la derecha el pueblo que está situado en una pequeña hoya donde el valle se abre algo y con campos de cultivo al este. La pista se convierte en un camino de tierra pedregoso que se interna una zona de bosque. Comienza a ascender por el valle, suavemente en un principio, pero luego en tramos puntuales, se inclina de modo considerable endureciendo la ruta. A esto se añade que por motivo de las últimas lluvias el terreno esté suelto y abarrancado. Hay tramos en los que debemos bajar de la bici y se producen varias caídas con consecuencias varias, aunque ninguna grave. Ascendemos por la margen derecha del barranco de Viú hasta un punto donde lo cruzamos pasando a su margen izquierda. El camino, más abierto, asciende a tramos fuertes, pero perfectamente ciclables, para reintroducirse en el bosque y en un par de recurvas, llegar al collado de Culliver , junto al refugio y abrevadero del ganado. El grupo, que se ha disgregado, va llegando poco a poco al final del primer reto del día. Tras esta primera ascensión, Pedro parece que no resentirse de los fuertes calambres sufridos el día anterior. Este collado tiene un encanto especial que ya me dejó prendado la primera vez -hace 10 años- que ascendí a él, si bien es verdad, que lo hice en dirección opuesta a la de hoy y el perfil cambia bastante. Frente a nosotros se abre un valle labrado por el barranco de la Corona y al fondo los picos que rodean el valle que asciende hasta Bielsa, peña Solano , Castillo Mayor , etc. Tras un rato para comer algo y hacernos unas fotos, retomamos la ruta a través de un sendero que se introduce en la arboleda. Este tramo es sensacional, está tan cubierto que tan apenas veo con mis gafas oscuras. En la dirección que lo tomamos es casi todo ciclable y disfrutamos como niños. Alguna caída sin consecuencias y fotos y más fotos en cada rincón, en las que muchas veces salta el flash por su poca luz. Incluso el GPS tiene problemas para recibir la señal o toma señales rebotadas en los paredones rocosos, deformando el track. Después de poco más de un kilómetro, el sendero se va convirtiendo en una vieja pista, ya completamente ciclable, en la que nos encontramos con abundante ganado vacuno entre el que circulan los terneros sin un rumbo claro. Nos da un poco de miedo la reacción de las vacas si espantamos los crías, así que lo tomamos con calma y nos cuesta un ratito poder adelantar a la manada. Debido a este incidente, el grupo se separa bastante, pero la emisora nos permite mantenernos en contacto. Debemos evitar las pistas que descienden a nuestra derecha. Así llegamos al refugio de L'Ostacho , donde un grupo de abuelos se está preparando un almuerzo a base de colesterol del bueno -panceta tierna, chorizo, costillas, etc. - que nos hace la boca agua. En este refugio hay una fuente donde aprovechamos para reagrupar y llenar los camelbacks . Ya solo nos queda ascender hasta la Collada. Es una subida ligera donde aprovecho para irme solo, hacer fotos y disfrutar de un terreno que conozco bien y me gusta mucho. Pedaleamos por la cara norte de Peña Montañesa hasta llegar a la Collada donde otra fuente de agua fresca nos espera. En esta collada encontramos un control de un raid que se celebra cada año. Nos reagrupamos mientras descienden del citado pico los participantes que hacen el recorrido a pie. Aquí comienza un peligroso descenso por una pista muy suelta y con gran desnivel. Es la primera vez que la voy a descender -el ascenso por ella es muy duro- y aviso a todos del peligro. En un hueco que dejan los participantes del raid, comenzamos a bajar intentando no molestar a los corredores. Los primeros descendemos muy rápidos y pronto el grupo se estira. Hay algunas curvas que son muy peligrosas y a pesar de la tentación de hacer todo el descenso de un tirón, me quedo a fotografiar la bajada. Nos reagrupamos un par de veces para “hacer recuento" y ya sin problemas llegamos a la carreterita de acceso a Ceresa . Allí nos encontramos a unos conocidos que han venido a realizar unas rutas por la zona.
|
||||||||||||||||||||||||||
Página creada el 29/07/2007 por Miguel Soler Gracia. Optimizada para IE4.0 o superior. Resolución 800x600 o superior, 32 bits de color y el pluggin de Flash. Se autoriza a todo el que visite esta web, al uso del material que en ella se contiene siempre y cuando no se haga ningún uso comercial de él. En todo caso, se hará mención clara y explícita del autor y origen de los datos. Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. |