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Salimos de Berlanga de Duero atravesando el pueblo bajo un arco y recorriendo su casco antiguo hasta tomar un andador que corre entre árboles junto al río Escalote bajo el impresionante castillo de Berlanga
El valle se ha ido cerrando poco a poco aumentando en altura sus laterales ondulados y al fondo no parece tener salida. Cuando eso pasa ya sabemos que toca; ¡cuestón!
Pedaleando en grupo por el páramo Soriano.

A partir de un pequeño collado ya descendemos por una pista bastante mejor hasta Barahona (Baraona) donde nos encontramos de nuevo con César.


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Burgo de Osma - Medinaceli (2/3)

 

En Berlanga de Duero , César localiza un bar donde podemos comer algo. Es, quizás, demasiado temprano pero las previsiones indican que no habrá otra comida fuerte hasta la llegada a Medinaceli, salvo que ocurra un milagro. Antes de comer aprovecho para meter más presión a mi rueda por consejo de Chavi con la esperanza de que el látex haga una capa de protección interna.

Asaltamos literalmente la barra y acabamos con todas las tortillas de todo tipo que hay en ella. Pregunto al camarero si existe alguna tienda de bicis o similar. Hace un amago de echarse a reír, pero al ver mi cara suplicante me dice que, en todo caso, en Medinaceli. Unas jarras de cerveza y comida en abundancia hacen que me olvide momentáneamente de mi problema mecánico hasta que el estallido de la rueda da un susto de muerte al pobre Jesús. Ya no hay remedio y doy gracias a que me ha ocurrido junto al coche de apoyo. José Luis me ofrece amablemente una cubierta plegable que tiene en el coche de apoyo, pero decido usar una que Michel dejó en la furgoneta para casos de averías. La plegable nos puede ser más útil si necesitamos llevarla encima en otra circunstancia. Ya son demasiados incidentes en este día y aún nos quedan muchos kilómetros, ¡no sé yo!

CASTILLO DE BERLANGA

En el siglo X, los musulmanes se hicieron con el control de esta fortaleza cristiana. En el año 1059 fue reconquistada por Fernando I el Magno. El hijo de Alfonso XI, Don Tello, la donó a su amante. En el año 1528 fue heredada por Don Íñigo de Tovar, primer marqués de Berlanga.

Según cuentan las crónicas, en el siglo XI seguía en manos musulmanas con los calabozos llenos de cristianos. Fue tomado definitivamente por los cristianos. A partir del siglo XVI, sirvió de prisión a distintos personajes nobles como los hijos de Francisco I de Francia.

El castillo fue construido en el siglo XVI sobre un castillo anterior del siglo XV que aún se puede ver en su interior.

Berlanga de Duero, villa declarada Conjunto Histórico Artístico, tuvo mucha importancia en el siglo XII por ser soporte en la Reconquista cristiana. Junto a Gormaz y Osma, ubicados también en Soria, fue una plaza fronteriza musulmana bien fortificada. Su castillo del siglo XV se levanta sobre un precipicio protegido por una muralla del siglo XVI. Destaca su esbelta torre del Homenaje con ocho garitones de distintos tamaños.

Consta de una primitiva cerca de tapial de época musulmana. Un segundo recinto, formado por veinte cubos semicirculares, rodea los restos del palacio del siglo XVI. Finalmente, encontramos dos castillos: uno dentro de otro. El primitivo posee una torre rectangular y el posterior conserva la estructura anterior y añade cuatro torres.

Su planta trapezoidal rodea los restos de la fortaleza anterior. Cuenta con cuatro gigantescas torres circulares sin más vanos que los que se utilizan para la defensa. Las cañoneras están trabajadas para evitar que reboten las pelotas de artillería. Se encuentra realizado en piedra de sillería bien labrada.

La torre del Homenaje se encuentra situada al suroeste de la fortaleza. La primitiva es una esbelta torre de planta rectangular del siglo XV con ocho garitones de varios tamaños y rodeada de restos de la antigua muralla. A su lado, se encuentra una posterior de planta circular, realizada en el siglo XVI.

CASTILLOSNET

Gracias a Chavi -experto mecánico-, montamos la cubierta nueva eliminando la tubeless que está completamente reventada por dentro. Imagino que ha sido por culpa de las traviesas al empeñarme en pasar por ellas sin bajarme.

Olvidando el incidente, salimos de Berlanga de Duero atravesando el pueblo bajo un arco y recorriendo su casco antiguo hasta tomar un andador que corre entre árboles junto al río Escalote bajo el impresionante castillo de Berlanga . Cruzamos el río por un puente y el camino se vuelve rectilíneo mientras se introduce en un valle alargado y repleto de campos de cereal sin recoger todavía. El ritmo es muy rápido porque el camino, aunque ascendente, es muy suave y bueno para rodar. Se forman continuamente pelotones y debemos reagrupar con cierta frecuencia, pero este es el terreno idóneo para forzar la marcha y recuperar el tiempo perdido. Vamos dejando al otro lado del río, a nuestra derecha, pueblos como Ciruela , Casillas de Berlanga o Caltojar y alguna torre vigía en lo alto de la colina. Desde este último y junto al río Torete , la pista por la que circulamos ya aparece asfaltada lo que hace que aumentemos aún más el ritmo hasta llegar a Bordecorex . El pueblo parece estar en proceso de rehabilitación.

El valle se ha ido cerrando poco a poco aumentando en altura sus laterales ondulados y al fondo no parece tener salida. Cuando eso pasa ya sabemos que toca; ¡cuestón! Vemos con miedo una rampa que asciende por el lateral del valle. Son unos 150 m de desnivel en una subida sin descansos, en muy poca distancia que debemos hacer en platillo y que nos deja en una meseta desierta. La vista sobre todo el valle que hemos dejado atrás es espectacular con sus colores ocres salpicados de algún campo verde de girasoles entre la cosecha aún sin recoger. Esta subida hace estragos en el grupo y este se separa en pelotones de a uno. Luis cierra el grupo y cuando llega arriba su cola de zorro ya aparece sujeta sobre el casco, signo inequívoco de calor y sufrimiento.

El paisaje cambia, dejamos de lado los campos de labor y entramos en una zona de páramo, pedregosa, y salpicada de carrascas. Sin embargo, salvo en algunos tramos, el camino es bueno y relativamente llano e incluso descendente con unos pequeños repechos. A partir de un pequeño collado ya descendemos por una pista bastante mejor hasta Barahona (Baraona) donde nos encontramos de nuevo con César. Tras recorrer el pueblo, acabamos en una zona ajardinada con abundante sombra y una buena fuente donde nueve de nosotros rellenamos nuestros camelback y Paz su bolsa " micromachine" . Una leyenda sobre el caño del agua nos recuerda la importancia de este elemento:

"Gota a gota, cayendo está y al caminante sediento, la sed viene a calmar"

Es un momento de relax donde aprovechamos para descansar ante la mirada distante de tres abuelos que allí disfrutan de la sombra. César nos provee de bebidas frescas y algunas galletas que nos llenan un poco el estómago. Del pincho de tortilla de Berlanga ya solo queda el recuerdo. Las espaldas y cuellos ya duelen así que Michel ejerce de improvisado masajista a los que alguna dama responde con gemidos de placer no reproducibles. Como Chavi y Michel comienzan a jugar con los columpios, signo evidente de enajenación mental transitoria y Tere hace lo mismo con un elefantito, decidimos reanudar la marcha.

Entramos ahora en una zona llana en la que tengo marcadas diversas alternativas. Pedaleamos con tranquilidad hasta un cruce donde debemos elegir. La variante que tomamos se introduce por caminos algo cerrados rodeados de cereal a medio recoger y empiezo a temer que acaben en un campo sin salida, sin embargo no es así y por suerte abocamos a una pista recientemente arreglada, muy arcillosa, que en caso de lluvia puede ser una trampa para las bicis. Por fortuna el día, aunque con nubes desde la salida, no amenaza agua. La pista rodea un pinar hasta desembocar en un camino que lleva a Romanillos de Medinaceli y que dejamos a la derecha. Decidimos no ascender a él y seguimos por el antiguo camino de Romanillos, en peores condiciones y que acompaña al río de la Vega de Alcubilla hasta Mezquetillas .

No entramos en el pueblo y giramos a la izquierda en subida hasta la ermita del Beato desde donde hay una estupenda vista de toda la zona. Creemos que estamos cerca de Medinaceli y apuramos el paso hasta que el camino desaparece. Estamos en lo alto del promontorio de la Cabeza de Molina . Nuevamente debemos guiarnos por los waipoints y atravesamos durante un rato una zona yerma hasta descubrir un camino que desciende bruscamente hasta el río Bordecorex y que permite un rato de disfrute a casi todos. Justo en el río, junto a unas ruinas, Michel pincha la rueda trasera. Mientras unos arreglamos la avería, Marcos y Paz nos deleitan, a la sombra de los árboles, con el baile del "Bodycua" digno del mejor gimnasio.

 

 

 

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